La caza a rececho del gamo en Extremadura durante la ronca, al igual que la del venado durante la berrea, es una experiencia inigualable, permitiendo que el cazador disfrute de toda la magnitud y belleza de la dehesa de Extremadura, además de la belleza de estos animales.

La caza a rececho del gamo es todo un reto para el cazador, debiendo dedicar largas horas y esfuerzo para obtener un trofeo seleccionado y de una calidad extrema.

A pesar de que su ronca no es tan intensa como la del venado, son menos propensos que estos a esconderse entre el monte, permitiendo normalmente un disparo más limpio, consiguiendo que su caza sea más fructífera.

Después de toda una jornada de rastreo del gamo, es en el momento de la aproximación y ubicación adecuada donde los cazadores suelen errar. El hecho de que sean animales algo más confiados que los venados y que se muevan grupos más amplios y fáciles de localizar, hace que no prestemos atención a los detalles, que harán que se pongan alerta y podamos perder la presa.

Es importante contar con la ayuda de expertos en el terreno y profundos conocedores de la orografía en la que nos movemos para conseguir un rececho exitoso. Nuestros expertos te ayudarán a conseguir un trofeo digno de una gran jornada de caza de gamos.

Caza de gamos a rececho

Para la caza del gamo en Extremadura debemos remitirnos a la orden de veda que anualmente publica la Junta de Extremadura.

Esta es la orden completa para la veda de caza mayor en Extremadura.

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El gamo común es un pariente del venado, sin embargo es más pequeño, con un pelaje más rojizo y salpicado de motas blancas que los hacen más fáciles de identificar en el monte. Las astas son palmeadas y suelen tener tres candiles, un asta muy característica y muy apreciada como trofeo.